Libros Electrónicos Ebooks, reinventar lo inventado
Un libro electrónico en principio es la versión "digital" de cualquier libro impreso en papel. Se entiende por digital el formato que permite el almacenamiento por medios electrónicos en Discos Duros, CDs, memorias, Pendrives, etc. Los formatos utilizados para los libros electrónicos son PDF, Word, TXT, RTF, BBeB, HTML, e incluso BMP, JPG, PNG.
Se pueden usar en PCs como si de otro archivo se tratase con el software apropiado para su lectura, modificación o copia. Además se facilita el intercambio o descarga a través de internet.
Hasta aquí nada novedoso, llevamos años usando este tipo de archivos y estamos acostumbrados a verlos constantemente en Internet bien sea como tutoriales, manuales, guías de todo tipo, etc, en PowerPoint, DOC, páginas web y demás documentos en formato PDF. Además muchos manuales de instrucciones de electrodomésticos vienen en formato digital con su CD correspondiente.
Sin embargo, ha aparecido un nuevo término, el eBook. Se utiliza tanto para referirse al documento en formato digital como al aparato utilizado para leerlo. Aunque la mayoría de los usuarios entendemos por eBook lo primero.
Se pretende por parte de los fabricantes darle el empuje definitivo al dispositivo lector de eBooks. Este aparato ya existe desde hace años pero nunca ha tenido la aceptación adecuada por parte de los usuarios, entre otras cosas por su elevado precio. La nueva generación de eBooks permiten escuchar música, poseen puertos USB, ranuras para tarjetas de memoria y permiten conectarse a Internet, aparte de lo suyo que es leer libros electrónicos en multiples formatos.
La tecnología utilizada es similar a la que emplean los Notebooks, con menos capacidad de almacenamiento en sus discos duros y menos memoria, sistema operativo Linux o Windows y pantalla táctil de 6 a 8 pulgadas en blanco y negro (escala de grises). Es decir, todo lo que se puede hacer con un eBook lo hacemos hace décadas desde el PC. Dado su elevado precio, entre 250 y 400 euros en Europa, si me dan a elegir me quedo con un Notebook por idéntico coste.
Sabiendo lo anterior, me hago las siguientes reflexiones:
1 - Un lector habitual de libros de papel no cambiará al soporte electrónico por la incomodidad que esto conlleva. Está demostrado que la lectura en pantalla es 30% más lenta que la lectura en papel. Esta es la razón de que, a pesar de los avances tecnológicos, sigamos leyendo revistas, periódicos y libros en papel. De la misma forma, la persona que no acostumbra a leer libros tradicionales tampoco leerá libros electrónicos por mucha novedad tecnológica que esto suponga.
2 - Una cosa es la existencia del formato de libro electrónico y otra la adquisición de lectores para reproducirlos. Me recuerda a la aparición del audio digital. Primero se inventan los formatos comprimidos como el MP3 y después los reproductores, cuando la mayoría ya podíamos escuchar la música desde nuestros PCs.
3 - Es evidente la ventaja de usar los distintos dispositivos de almacenamiento existentes en la actualidad como bibliotecas "electrónicas", el eBook podrá ser uno más de estos aparatos en el hogar o el trabajo. Pero la realidad es que el ojo humano se adapta mejor a la lectura en papel. Si algo de lo que leo en el monitor de mi PC me parece interesante lo imprimo para leerlo más detenidamente y evitar esforzar tanto la vista. Por esta razón muchas páginas web ofrecen la posibilidad de imprimir el texto que tenemos en pantalla.
4 - En un dispositivo lector de eBooks no sólo no se aumenta las pulgadas de la pantalla sino que incluso se disminuye puesto que el principal argumento de venta que se ofrece es que son dispositivos ligeros, de poco consumo y de bolsillo. Estar mucho tiempo leyendo en pantalla me supone picor de ojos, dolor de cabeza y mareos por el esfuerzo que realizo. No me quiero ni imaginar lo que sufriría leyendo en una pantalla de 6 pulgadas en blanco y negro.
Dudo de que algún día las pantallas electrónicas sustituyan al papel, en todo caso aparecerá otro material que haga este cometido. De todas formas, si eso ocurriera, posiblemente ninguno de nosotros veremos ese momento. Por de pronto hay lugar para los dos formatos, pueden convivir perfectamente juntos de manera que podamos seleccionar el que más nos convenga.
Lo que si tengo claro es que se creará un negocio alrededor de los libros electrónicos, nuevos formatos, programas para leerlos y propiciará la aparición de actividades ilegales.